sábado, 28 de febrero de 2015

Oración para el primer sábado de Cuaresma


Padre eterno,
vuelve a ti nuestros corazones,
para que, buscando siempre el único bien necesario
y practicando la caridad fraterna,
vivamos consagrados a tu servicio.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

viernes, 27 de febrero de 2015

Por nuestra conversión


Si el malvado se convierte de los pecados cometidos y guarda mis preceptos, practica el derecho y la justicia, ciertamente vivirá y no morirá. No se le tendrán en cuenta los delitos que cometió, por la justicia que hizo, vivirá. ¿Acaso quiero yo la muerte del malvado –oráculo del Señor–, y no que se convierta de su conducta y que viva?

Esta profecía de Ezequiel nos invita este viernes primero de Cuaresma a orar, los unos por los otros, para que nos arrepintamos de nuestros pecados, hagamos el firme propósito de abandonarlos para volver al Señor y, así, obtengamos gracia y misericordia del Señor, volviendo a él con todo nuestro corazón y con todas nuestras fuerzas.

jueves, 26 de febrero de 2015

No sabe qué es amor quien no te ama

Ignacio de Ries - El árbol de la vida

No sabe qué es amor quien no te ama,
celestial hermosura, esposo bello;
tu cabeza es de oro, y tu cabello
como el cogollo que la palma enrama.

Tu boca como lirio que derrama
licor al alba; de marfil tu cuello;
tu mano el torno y en su palma el sello
que el alma por disfraz jacintos llama.

¡Ay, Dios!, ¿en qué pensé cuando, dejando
tanta belleza y las mortales viendo,
perdí lo que pudiera estar gozando?

Mas si del tiempo que perdí me ofendo,
tal prisa me daré, que una hora amando
venza los años que pasé fingiendo.

Lope de Vega
Rimas Sacras. Soneto XLVI

miércoles, 25 de febrero de 2015

Por los cristianos secuestrados


El Estado Islámico (ISIS) ha secuestrado al menos a 90 personas de la minoría cristiana asiria en aldeas del noreste de Siria, según ha asegurado este martes el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Londres. El secuestro se ha producido en las aldeas de Tal Shamiram y Tal Hurmuz, cerca de la población de Tal Tamr, en la provincia de Hasaka, controlada por las milicias kurdas, siempre según el OSDH. Ninguna otra fuente independiente ha confirmado esta información por el momento.

Esta inquietante noticia nos invita a orar con intensidad y urgencia por nuestros hermanos cristianos, que están sufriendo la persecución por el nombre de Cristo. Oremos por los secuestrados, para que el Señor los colme de su gracia y de su fuerza. Pidamos por los violentes, para que no triunfe en ellos el ánimo cruel y asesino, sino que la misericordia y la piedad triunfen sobre la inhumanidad.

martes, 24 de febrero de 2015

Para que la Palabra de Dios fructifique en nosotros


Así dice el Señor: «Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra, que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo.»

Esta profecía de Isaías, que aparece hoy en la primera lectura de la Eucaristía, nos invita a pedir, los unos por los otros, para que la gracia del Señor nos mueva de escuchar la Palabra de Dios y evitar todos los obstáculos que impidan que fructifique en nosotros.

lunes, 23 de febrero de 2015

Oración ante el Juicio Final


Oremos por los que tienen hambre.
Oremos por los que tienen sed.
Oremos por los que están desnudos.
Oremos por los que no tienen hogar.
Oremos por los enfermos.
Oremos por los extranjeros.
Oremos por los que están en la cárcel.

Oremos los unos por los otros,
para que nunca nos sea indiferente su sufrimiento.

domingo, 22 de febrero de 2015

Prefacio del Primer Domingo de Cuaresma

Boticelli - Las tentaciones de Cristo

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro:

Porque concedes generosamente a tus fieles
disponerse a la celebración de la Pascua
con un corazón purificado,
para que, dedicados con mayor entrega
a la oración y a las obras de caridad,
y participando en los misterios que nos dieron nueva Vida,
lleguemos a ser plenamente hijos tuyos.

Por eso con los ángeles y los arcángeles,
y con todos los coros celestiales,
cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo
es el Señor, dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

sábado, 21 de febrero de 2015

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2015 - 4 -



Queridos hermanos y hermanas, cuánto deseo que los lugares en los que se manifiesta la Iglesia, en particular nuestras parroquias y nuestras comunidades, lleguen a ser islas de misericordia en medio del mar de la indiferencia.

3. «Fortalezcan sus corazones» (St 5,8) – La persona creyente

También como individuos tenemos la tentación de la indiferencia. Estamos saturados de noticias e imágenes tremendas que nos narran el sufrimiento humano y, al mismo tiempo, sentimos toda nuestra incapacidad para intervenir. ¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber por esta espiral de horror y de impotencia?

En primer lugar, podemos orar en la comunión de la Iglesia terrenal y celestial. No olvidemos la fuerza de la oración de tantas personas. La iniciativa 24 horas para el Señor, que deseo que se celebre en toda la Iglesia —también a nivel diocesano—, en los días 13 y 14 de marzo, es expresión de esta necesidad de la oración.

En segundo lugar, podemos ayudar con gestos de caridad, llegando tanto a las personas cercanas como a las lejanas, gracias a los numerosos organismos de caridad de la Iglesia. La Cuaresma es un tiempo propicio para mostrar interés por el otro, con un signo concreto, aunque sea pequeño, de nuestra participación en la misma humanidad.

Y, en tercer lugar, el sufrimiento del otro constituye un llamado a la conversión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de mi vida, mi dependencia de Dios y de los hermanos. Si pedimos humildemente la gracia de Dios y aceptamos los límites de nuestras posibilidades, confiaremos en las infinitas posibilidades que nos reserva el amor de Dios. Y podremos resistir a la tentación diabólica que nos hace creer que nosotros solos podemos salvar al mundo y a nosotros mismos.

Para superar la indiferencia y nuestras pretensiones de omnipotencia, quiero pedir a todos que este tiempo de Cuaresma se viva como un camino de formación del corazón, como dijo Benedicto XVI (Ct. enc. Deus caritas est, 31). Tener un corazón misericordioso no significa tener un corazón débil. Quien desea ser misericordioso necesita un corazón fuerte, firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazón que se deje impregnar por el Espíritu y guiar por los caminos del amor que nos llevan a los hermanos y hermanas. En definitiva, un corazón pobre, que conoce sus propias pobrezas y lo da todo por el otro.

Por esto, queridos hermanos y hermanas, deseo orar con ustedes a Cristo en esta Cuaresma: “Fac cor nostrum secundum Cor tuum”: “Haz nuestro corazón semejante al tuyo” (Súplica de las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús). De ese modo tendremos un corazón fuerte y misericordioso, vigilante y generoso, que no se deje encerrar en sí mismo y no caiga en el vértigo de la globalización de la indiferencia.

Con este deseo, aseguro mi oración para que todo creyente y toda comunidad eclesial recorra provechosamente el itinerario cuaresmal, y les pido que recen por mí. Que el Señor los bendiga y la Virgen los guarde.

viernes, 20 de febrero de 2015

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2015 - 3 -



Para recibir y hacer fructificar plenamente lo que Dios nos da es preciso superar los confines de la Iglesia visible en dos direcciones.

En primer lugar, uniéndonos a la Iglesia del cielo en la oración. Cuando la Iglesia terrenal ora, se instaura una comunión de servicio y de bien mutuos que llega ante Dios. Junto con los santos, que encontraron su plenitud en Dios, formamos parte de la comunión en la cual el amor vence la indiferencia. La Iglesia del cielo no es triunfante porque ha dado la espalda a los sufrimientos del mundo y goza en solitario. Los santos ya contemplan y gozan, gracias a que, con la muerte y la resurrección de Jesús, vencieron definitivamente la indiferencia, la dureza de corazón y el odio. Hasta que esta victoria del amor no inunde todo el mundo, los santos caminan con nosotros, todavía peregrinos. Santa Teresa de Lisieux, doctora de la Iglesia, escribía convencida de que la alegría en el cielo por la victoria del amor crucificado no es plena mientras haya un solo hombre en la tierra que sufra y gima: «Cuento mucho con no permanecer inactiva en el cielo, mi deseo es seguir trabajando para la Iglesia y para las almas».

 También nosotros participamos de los méritos y de la alegría de los santos, así como ellos participan de nuestra lucha y nuestro deseo de paz y reconciliación. Su alegría por la victoria de Cristo resucitado es para nosotros motivo de fuerza para superar tantas formas de indiferencia y de dureza de corazón.

Por otra parte, toda comunidad cristiana está llamada a cruzar el umbral que la pone en relación con la sociedad que la rodea, con los pobres y los alejados. La Iglesia por naturaleza es misionera, no debe quedarse replegada en sí misma, sino que es enviada a todos los hombres.

Esta misión es el testimonio paciente de Aquel que quiere llevar toda la realidad y cada hombre al Padre. La misión es lo que el amor no puede callar. La Iglesia sigue a Jesucristo por el camino que la lleva a cada hombre, hasta los confines de la tierra. Así podemos ver en nuestro prójimo al hermano y a la hermana por quienes Cristo murió y resucitó. Lo que hemos recibido, lo hemos recibido también para ellos. E, igualmente, lo que estos hermanos poseen es un don para la Iglesia y para toda la humanidad.

jueves, 19 de febrero de 2015

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2015 - 2 -


Queridos hermanos y hermanas:

El pueblo de Dios, por tanto, tiene necesidad de renovación, para no ser indiferente y para no cerrarse en sí mismo. Querría proponerles tres pasajes para meditar acerca de esta renovación.

1. «Si un miembro sufre, todos sufren con él» (1 Co 12,26) – La Iglesia

La caridad de Dios que rompe esa cerrazón mortal en sí mismos de la indiferencia, nos la ofrece la Iglesia con sus enseñanzas y, sobre todo, con su testimonio. Sin embargo, sólo se puede testimoniar lo que antes se ha experimentado. El cristiano es aquel que permite que Dios lo revista de su bondad y misericordia, que lo revista de Cristo, para llegar a ser como Él, siervo de Dios y de los hombres. Nos lo recuerda la liturgia del Jueves Santo con el rito del lavatorio de los pies. Pedro no quería que Jesús le lavase los pies, pero después entendió que Jesús no quería ser sólo un ejemplo de cómo debemos lavarnos los pies unos a otros. Este servicio sólo lo puede hacer quien antes se ha dejado lavar los pies por Cristo. Sólo éstos tienen “parte” con Él y así pueden servir al hombre.

La Cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él. Esto sucede cuando escuchamos la Palabra de Dios y cuando recibimos los sacramentos, en particular la Eucaristía. En ella nos convertimos en lo que recibimos: el cuerpo de Cristo. En él no hay lugar para la indiferencia, que tan a menudo parece tener tanto poder en nuestros corazones. Quien es de Cristo pertenece a un solo cuerpo y en Él no se es indiferente hacia los demás. «Si un miembro sufre, todos sufren con él; y si un miembro es honrado, todos se alegran con él».

La Iglesia es communio sanctorum porque en ella participan los santos, pero a su vez porque es comunión de cosas santas: el amor de Dios que se nos reveló en Cristo y todos sus dones. Entre éstos está también la respuesta de cuantos se dejan tocar por ese amor. En esta comunión de los santos y en esta participación en las cosas santas, nadie posee sólo para sí mismo, sino que lo que tiene es para todos. Y puesto que estamos unidos en Dios, podemos hacer algo también por quienes están lejos, por aquellos a quienes nunca podríamos llegar sólo con nuestras fuerzas, porque con ellos y por ellos rezamos a Dios para que todos nos abramos a su obra de salvación.

2. «¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9) – Las parroquias y las comunidades

Lo que hemos dicho para la Iglesia universal es necesario traducirlo en la vida de las parroquias y comunidades. En estas realidades eclesiales ¿se tiene la experiencia de que formamos parte de un solo cuerpo? ¿Un cuerpo que recibe y comparte lo que Dios quiere donar? ¿Un cuerpo que conoce a sus miembros más débiles, pobres y pequeños, y se hace cargo de ellos? ¿O nos refugiamos en un amor universal que se compromete con los que están lejos en el mundo, pero olvida al Lázaro sentado delante de su propia puerta cerrada?

miércoles, 18 de febrero de 2015

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2015 - 1 -


Queridos hermanos y hermanas:

La Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia, para las comunidades y para cada creyente. Pero sobre todo es un «tiempo de gracia». Dios no nos pide nada que no nos haya dado antes: «Nosotros amemos a Dios porque él nos amó primero». Él no es indiferente a nosotros. Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos. Cada uno de nosotros le interesa; su amor le impide ser indiferente a lo que nos sucede. Pero ocurre que cuando estamos bien y nos sentimos a gusto, nos olvidamos de los demás (algo que Dios Padre no hace jamás), no nos interesan sus problemas, ni sus sufrimientos, ni las injusticias que padecen… Entonces nuestro corazón cae en la indiferencia: yo estoy relativamente bien y a gusto, y me olvido de quienes no están bien. Esta actitud egoísta, de indiferencia, ha alcanzado hoy una dimensión mundial, hasta tal punto que podemos hablar de una globalización de la indiferencia. Se trata de un malestar que tenemos que afrontar como cristianos.

Cuando el pueblo de Dios se convierte a su amor, encuentra las respuestas a las preguntas que la historia le plantea continuamente. Uno de los desafíos más urgentes sobre los que quiero detenerme en este Mensaje es el de la globalización de la indiferencia.

La indiferencia hacia el prójimo y hacia Dios es una tentación real también para los cristianos. Por eso, necesitamos oír en cada Cuaresma el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan.

Dios no es indiferente al mundo, sino que lo ama hasta el punto de dar a su Hijo por la salvación de cada hombre. En la encarnación, en la vida terrena, en la muerte y resurrección del Hijo de Dios, se abre definitivamente la puerta entre Dios y el hombre, entre el cielo y la tierra. Y la Iglesia es como la mano que tiene abierta esta puerta mediante la proclamación de la Palabra, la celebración de los sacramentos, el testimonio de la fe que actúa por la caridad. Sin embargo, el mundo tiende a cerrarse en sí mismo y a cerrar la puerta a través de la cual Dios entra en el mundo y el mundo en Él. Así, la mano, que es la Iglesia, nunca debe sorprenderse si es rechazada, aplastada o herida.

martes, 17 de febrero de 2015

Por los coptos asesinados


Ayer conocimos la noticia de la decapitación de 21 cristianos coptos egipcios, a manos de terroristas islámicos, por el único delito de creer en Cristo. El horror aumenta por el hecho de haber difundido este horrendo asesinato por medio de un video, en el que se presenta tan atroz crimen con pretensiones cinematográficas.

Oremos por todos los seres humanos que se han sumergido en tan espeluznante e incaptable mundo de violencia, en nombre de un dios tan falso como destructor de la dignidad humana.

Oremos por los difuntos, que de esta forma han dado testimonio de su fe, muriendo por su condición de cristianos. Oremos por sus familias.

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad

lunes, 16 de febrero de 2015

¿Quién sino yo tan ciego hubiera sido?

Antonio de Pereda - San Guillermo de Aquitania

 ¿Quién sino yo tan ciego hubiera sido,
que no viera la luz? ¿Quién aguardara
a que con tantas voces le llamara
aquel despertador de tanto olvido?

   ¿Quién sino yo por el abril florido
de caduco laurel se coronara,
y la opinión mortal solicitara
con tanto tiempo, en tanto error perdido?

   ¿Quién sino yo tan atrevido fuera
que descolgara de Sión la lira,
y al babilonio vil música diera?

   ¿Y quién, sino quien es verdad, la ira
templara en mí, porque al morir dijera
que toda mi esperanza fue mentira?

Lope de Vega
Rimas Sacras. Soneto VII

domingo, 15 de febrero de 2015

Por la paz en Ucrania


Oremos por la paz en Ucrania, donde hermanos cristianos greco católicos y ortodoxos combaten entre sí. Para que el amor cristiano triunfe sobre las enemistades políticas, y la fe común en el Señor nos conduzca a la paz y a la unión. Roguemos al Señor.

sábado, 14 de febrero de 2015

Oración de San Juan Pablo II por la unidad de los cristianos por la intercesión de los santos Cirilo y Metodio


 A Ti, pues, Dios Padre todopoderoso, Dios Hijo que has redimido al mundo, Dios Espíritu Santo que eres fundamento y maestro de toda santidad, deseo encomendarte la Iglesia entera de ayer, de hoy y de mañana; la Iglesia que está en Europa y que está extendida por toda la tierra. En tus manos pongo esta riqueza singular compuesta de tantos dones diversos, antiguos y nuevos que forman el tesoro común de tantos hijos diversos.

Toda la Iglesia te da gracias a Ti, que llamaste a las naciones eslavas a la comunión de la fe por la herencia y por la contribución dada al patrimonio universal. Te da gracias por esto, de modo particular, el Papa de origen eslavo. Que esta contribución no cese jamás de enriquecer a la Iglesia, 
al continente europeo y al mundo entero. Que no se debilite en Europa y en el mundo de hoy. Que no falte en la conciencia de nuestros contemporáneos. Deseamos acoger íntegramente todo aquello que, de original y válido, las naciones eslavas han dado y siguen dando al patrimonio espiritual de la Iglesia y de la humanidad. Toda la Iglesia, consciente de su riqueza común, profesa su solidaridad espiritual con ellos y reafirma su propia responsabilidad hacia el Evangelio, por la obra de salvación que es llamada a realizar también hoy en todo el mundo, hasta los confines de la tierra. Es indispensable remontarse al pasado para comprender, bajo su luz, la realidad actual y vislumbrar el mañana. La misión de la Iglesia, en efecto, está siempre orientada y encaminada con indefectible esperanza hacia el futuro.

San Juan Pablo II
Slavorum Apostoli 31

viernes, 13 de febrero de 2015

Arrepentimiento


Cuando me paro a contemplar mi estado,
y a ver los pasos por donde he venido,
me espanto de que un hombre tan perdido
a conocer su error haya llegado.

Cuando miro los años que he pasado,
la divina razón puesta en olvido,
conozco que piedad del cielo ha sido
no haberme en tanto mal precipitado.

Entré por laberinto tan extraño,
fiando al débil hilo de la vida
el tarde conocido desengaño;

mas de tu luz mi escuridad vencida,
el monstro muerto de mi ciego engaño,
vuelve a la patria, la razón perdida.

Lope de Vega
Rimas Sacras. Soneto I

jueves, 12 de febrero de 2015

Por los matrimonios y por los novios cristianos


El hombre dijo: «¡Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.»

El texto del Génesis que leemos en el Evangelio nos invita hoy a orar por todos los matrimonios, y por las familias que han surgido de la unión del hombre con la mujer; oremos también por los novios cristianos que se preparan para unir sus vidas en el proyecto de amor y de vida que es el matrimonio. 

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad

miércoles, 11 de febrero de 2015

Oración a la Virgen de Loúrdes


Bienaventurada seas, Oh la más pura Virgen, por haber condescendido a manifestar tu esplendor con vida, dulzura y belleza en la Gruta de Lourdes, diciendo a la niña Santa Bernadette: "Yo soy la Inmaculada Concepción". Miles de veces nos hemos congratulado acerca de tu Inmaculada Concepción. Y ahora, Oh por siempre Virgen Inmaculada, madre de misericordia, salud para los enfermos, refugio de pecadores y consuelo para los afligidos, tu que conoces nuestros deseos, nuestros problemas y nuestros sufrimientos, dígnate a echar sobre nosotros una mirada de misericordia.

Al aparecer en la Gruta de Lourdes te complaciste en hacer de él un santuario privilegiado desde dónde dispensas tus favores y donde ya muchos han obtenido la cura para sus enfermedades, tanto espirituales como físicas. Acudimos por tanto, con la más ilimitada confianza a implorar tu maternal intercesión. Consigue para nosotros, Oh Madre adorada, que nuestra petición sea concedida. Por medio del agradecimiento por tus favores, nos esforzaremos en imitar tus virtudes para así un día poder compartir tu gloria.

Oh Señora de Lourdes, Madre de Cristo, tu que tuviste influencia con tu divino hijo mientras permaneciste sobre la tierra tienes ahora la misma influencia en el cielo. Ruega por nosotros y obtén para nosotros de tu divino Hijo nuestras especiales peticiones si esa es la Voluntad de Dios. Amén.

Nuestra Señora de Lourdes, ruega por nosotros.

Santa Bernadette, ruega por nosotros.

martes, 10 de febrero de 2015

Por las monjas benedictinas

Montecasino - Santa Escolástica

En la fiesta de santa Escolástica, oremos por todas las monjas benedictinas. Especialmente dirijo hoy mi recuerdo a las comunidades que me son especialmente queridas: las monjas de la Natividad de Madrid, las benedictinas de la Ascensión de Zamora, la entrañable comunidad de san Pedro de las Dueñas, las monjas de Burgos, con las que tantos momentos compartí durante mis estudios; las hermanas de León, que tanto hacen por los peregrinos; la querida comunidad de San Pelayo de Antealtares, en Santiago de Compostela.

Santa Escolástica, ruega por nosotros

lunes, 9 de febrero de 2015

Por los enfermos


Cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaban los enfermos en camillas. En la aldea o pueblo o caserío donde llegaba, colocaban a los enfermos en la plaza y le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y los que lo tocaban se ponían sanos.

Esta noticia del Evangelio según san Marcos que leemos hoy en la Eucaristía nos mueve a rogar por todos los enfermos, para que encuentren en la misericordia del Señor salud y esperanza. Roguemos al Señor.

jueves, 5 de febrero de 2015

Para afianzar nuestra esperanza


Vosotros os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén del cielo, a millares de ángeles en fiesta, a la asamblea de los primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, juez de todos, a las almas de los justos que han llegado a su destino y al Mediador de la nueva alianza, Jesús, y a la aspersión purificadora de una sangre que habla mejor que la de Abel. 

La lectura de la Carta a los Hebreos que nos propone la Eucaristía de hoy nos invita a mirar más allá de nuestra limitada existencia. Por eso, oremos al Señor para que nos conceda una firme esperanza en sus promesas, y sepamos así superar las dificultades y contingencias de la vida presente, sabiendo que el Señor nos ha concedido participar, por la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, de la gloria de la Jerusalén celestial.

martes, 3 de febrero de 2015

Por la fuerza de la gracia para nuestro combate cristiano

Memling - Crucifixión de Hamburgo

Una nube ingente de testigos nos rodea: por tanto, quitémonos lo que nos estorba y el pecado que nos ata, y corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe: Jesús, que, renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.

Oremos, los unos por los otros, para que el Señor nos conceda la fuerza de su gracia en nuestro combate por el mal, para que, como dice el texto de la Carta a los Hebreos que hoy leemos, el ejemplo de tantos testigos del Señor nos mueva a seguir con ánimo su ejemplo por el camino de la Cruz hacia la Resurrección.

lunes, 2 de febrero de 2015

Prefacio de la Presentación del Señor


En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.

Porque tu Hijo eterno,
al ser presentado hoy en el templo,
es proclamado por el Espíritu
gloria de Israel y luz de los pueblos.

Por eso nosotros, llenos de alegría,
salimos al encuentro de nuestro Salvador
y junto con los ángeles y santos
te alabamos sin cesar:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

domingo, 1 de febrero de 2015

Oración para el domingo

Juan de Flandes. El Resucitado se aparece a la Madre

Señor y Dios nuestro,
concédenos honrarte con todo el corazón
y amar a todos con amor verdadero.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.