miércoles, 29 de mayo de 2019

Volverá en su gloria


Te pedimos, Padre 
que así como celebramos en la fe la fiesta de la resurrección de tu Hijo,
 podamos también alegrarnos con todos los santos
 cuando él vuelva en su gloria.
 Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
 que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
 y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

martes, 28 de mayo de 2019

Por los cristianos perseguidos


En aquellos días, la plebe de Filipos se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados dieron orden de que los desnudaran y los apalearan; después de molerlos a palos, los metieron en la cárcel, encargando al carcelero que los vigilara bien; según la orden recibida, los metió en la mazmorra y les sujetó los pies en el cepo.

Este texto de los Hechos de los Apóstoles que leemos como primera lectura nos invita a seguir orando por todos los cristianos que sufren en nuestros días la persecución a causa de la confesión de la fe. para que el Señor los fortalezca y consuele. Roguemos al Señor.

domingo, 26 de mayo de 2019

Su lámpara es el Cordero


El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo,
 y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén,
 que bajaba del cielo, enviada por Dios,
 trayendo la gloria de Dios.
 Brillaba como una piedra preciosa,
 como jaspe traslúcido.
 Tenía una muralla grande y alta
 y doce puertas custodiadas por doce ángeles,
 con doce nombres grabados:
 los nombres de las tribus de Israel.
 A oriente tres puertas,
 al norte tres puertas,
 al sur tres puertas,
 y a occidente tres puertas.
 La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres:
 los nombres de los apóstoles del Cordero.
 Santuario no vi ninguno,
 porque es su santuario el Señor Dios todopoderoso y el Cordero.
 La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre,
 porque la gloria de Dios la ilumina
 y su lámpara es el Cordero.

 Apocalipsis 21,10-14.21-23

sábado, 25 de mayo de 2019

Prefacio 2 de Pascua


En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor,
pero más que nunca en este tiempo
en que Cristo, nuestra pascua, ha sido inmolado.

Por Él, los hijos de la luz nacen a la vida eterna.
Y las puertas de los cielos han vuelto a abrirse
para los que creen en Él,
ya que en su muerte murió nuestra muerte
y en su gloriosa resurrección hemos resucitado todos.

Por eso, con esta efusión de gozo pascual,
el mundo entero se desborda de alegría
y también los coros celestiales,
los ángeles y los arcángeles,
cantan sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo
es el Señor, Dios del universo. 
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo. 
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

viernes, 24 de mayo de 2019

¿Cuándo llegarás?


¿Cuándo llegarás consolador mío a quien espero?
¿Cuándo veré en mi alegría a aquel que yo deseo?
Quedaré saciado cuando aparezca tu gloria, de la que tengo hambre.
¿Cuándo seré embriagado con la abundancia de tu casa, tras de la cual suspiro?
¿Cuándo beberé en el torrente de tu placer, del que tengo sed?
Mientras tanto, Señor, que mis lágrimas sean mi alimento día y noche,
hasta que me digas: He aquí tu Dios,
hasta que oiga: Alma he aquí tu esposo.

San Anselmo
Oración II ante Cristo

jueves, 23 de mayo de 2019

Prefacio 4 de Pascua


En verdad es justo y necesario,
 es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor,
pero más que nunca en este tiempo,
en que Cristo, nuestra pascua, ha sido inmolado.

Porque en Él
fue demolida nuestra antigua miseria,
reconstruido cuanto estaba derrumbado
y renovada en plenitud la salvación.

Por eso, con esta efusión de gozo pascual,
el mundo entero se desborda de alegría
y también los coros celestiales,
los ángeles y los arcángeles,
cantan sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo
es el Señor, Dios del universo. 
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo. 
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

miércoles, 22 de mayo de 2019

Acción de gracias de la liturgia armena


Te damos gracias, Cristo Señor;
tú has dado tu cuerpo y tu sangre
por la salvación del mundo y la vida de nuestra alma.

Te damos gracias, Padre omnipotente,
por habernos preparado la Iglesia como puerto seguro,
templo de santidad,
en el que glorificamos a la Santísima Trinidad.

Te damos gracias, Cristo, nuestro Rey:
tu cuerpo y tu sangre preciosa nos dan la vida.

Concédenos el perdón y la misericordia.

Te damos gracias, Espíritu, que renuevas la santa Iglesia.

Consérvala pura en la fe de la Santísima Trinidad,
hoy y hasta el final de los siglos.

Te damos gracias, Cristo Señor,
porque nos has alimentado en esta mesa
y porque nos has preparado el convite eterno
en el que te alabaremos por siempre con el Padre y el Espíritu Santo.

martes, 14 de mayo de 2019

San Anselmo. Mi vida es amarte.


Mi vida, el fin de mi destino es amarte,
aunque hasta aquí no haya podido hacerme digno de amarte cuanto debo;
pero por lo menos ése es mi deseo.

Si todo lo que me inspiras, ¡oh, Señor!, es bueno,
sobre todo cuando este bien que quieres es que yo te ame,
haz que cumpla tu voluntad.

Tengo hambre y sed de ti;
 yo te deseo, yo suspiro tras de ti,
yo anhelo ardientemente por ti