domingo, 22 de febrero de 2015

Prefacio del Primer Domingo de Cuaresma

Boticelli - Las tentaciones de Cristo

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro:

Porque concedes generosamente a tus fieles
disponerse a la celebración de la Pascua
con un corazón purificado,
para que, dedicados con mayor entrega
a la oración y a las obras de caridad,
y participando en los misterios que nos dieron nueva Vida,
lleguemos a ser plenamente hijos tuyos.

Por eso con los ángeles y los arcángeles,
y con todos los coros celestiales,
cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo
es el Señor, dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

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