jueves, 28 de mayo de 2015

¿Quién se saciará de ver su gloria?


Por las palabras del Señor existen sus obras.
El sol resplandeciente contempla todas las cosas,
y la obra del Señor está llena de su gloria.
No ha sido posible a los santos del Señor
relatar todas sus maravillas,
las que el Señor todopoderoso estableció sólidamente
para que el universo quedara afirmado en su gloria.

Él sondea el abismo y el corazón,
y penetra en sus secretos designios,
porque el Altísimo posee todo el conocimiento
y observa los signos de los tiempos.

Él anuncia el pasado y el futuro,
y revela las huellas de las cosas ocultas:
Ningún pensamiento se le escapa,
ninguna palabra se le oculta.
Él dispuso ordenadamente las grandes obras de su sabiduría,
porque existe desde siempre y para siempre;
nada ha sido añadido,
nada ha sido quitado,
y él no tuvo necesidad de ningún consejero.

¡Qué deseables son todas sus obras!
¡Y lo que vemos es apenas una chispa!
Todo tiene vida y permanece para siempre,
y todo obedece a un fin determinado.
Todas las cosas van en pareja, una frente a otra,
y él no ha hecho nada incompleto:
Una cosa asegura el bien de la otra.
¿Quién se saciará de ver su gloria?

Eclesiástico 42, 15-25

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