viernes, 8 de mayo de 2015

Liturgia mozárabe. Oratio admonitionis del domingo V de Pascua


Este es el día que hizo el Señor.
¡Gocémonos y alegrémonos en él!
Este es el día al que las tinieblas no pudieron apresar.
Este es el día al que no precedió otro alguno
y ningún ocaso clausuró. 
Este es el día en el que no tropieza quien camina. 
Este es el día que ni el olvido pudo eclipsar
ni el paso de los siglos arrinconar. 
El cual, permaneciendo siempre en el Padre,
pero retornando hoy a nosotros desde el abismo,
resplandeció con luz inmortal.
Así pues, guardémosle en el corazón,
exaltémosle con la palabra,
adorémosle en el espíritu
y glorifiquémosle en el cuerpo.
Pidamos también con oración ferviente
que no permita nos veamos encadenados
en la perdición de la muerte segunda
los que, rescatados de la tiranía de la primera muerte,
nos devolvió él a la libertad,
en virtud de la pasión de su cruz y su carne.
R/. Amén.

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