domingo, 3 de febrero de 2013

Oremos por todos los que tienen dificultades para creer


Por todos los que vacilan, por todos los que se sienten escandalizados por las incoherencia de los creyentes, por todos los que no encuentra signos del amor de Dios en sus vidas, por todos los que se sienten como el pábilo vacilante o como la caña cascada. Para que el Señor sea su consuelo, su aliento, y su sostén en la prueba del silencio, de la oscuridad y de la duda; y para que el abismo de la desesperación no se apodere de ellos.

Oh Cristo, buen pastor, que cargaste a los hombros con la oveja perdida, míranos y ten piedad de nosotros en nuestras dudas, en nuestras zozobras, en nuestros sinsabores; y no permitas nunca que la oscuridad y el desaliento triunfe en nuestro corazones.

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