viernes, 6 de mayo de 2016

Fray Luis de León. Oda XVIII en la Ascensión



¿Y dejas, Pastor santo, 
tu grey en este valle hondo, escuro, 
con soledad y llanto; 
y tú, rompiendo el puro 
aire, ¿te vas al inmortal seguro?

Los antes bienhadados, 
y los agora tristes y afligidos, 
a tus pechos criados, 
de ti desposeídos, 
¿a dó convertirán ya sus sentidos?

¿Qué mirarán los ojos 
que vieron de tu rostro la hermosura, 
que no les sea enojos? 
Quien oyó tu dulzura, 
¿qué no tendrá por sordo y desventura?

Aqueste mar turbado, 
¿quién le pondrá ya freno? ¿Quién concierto 
al viento fiero, airado? 
Estando tú encubierto, 
¿qué norte guiará la nave al puerto?

¡Ay!, nube, envidiosa 
aun deste breve gozo, ¿qué te aquejas? 
¿Dó vuelas presurosa? 
¡Cuán rica tú te alejas! 
¡Cuán pobres y cuán ciegos, ay, nos dejas!

No hay comentarios:

Publicar un comentario