jueves, 15 de enero de 2015

Por la labor misionera de la Iglesia


En el curso de su viaje a Sri Lanka, el papa Francisco ha canonizado al misionero san José Vaz, sacerdote oratoriano y misionero de Goa. Vaz entró Ceilán (ahora Sri Lanka) durante la ocupación holandesa, cuando el calvinismo era la religión oficial. Viajó por toda la isla, llevando la eucaristía y los sacramentos a los grupos clandestinos de católicos. Más adelante en su misión, encontró refugio en el Reino de Kandy, donde fue capaz de trabajar libremente. En el momento de su muerte, Vaz había logrado construir la Iglesia Católica en la isla. Como resultado de sus trabajos, Vaz es conocido como el Apóstol de Ceilán. El 21 de enero de 1995, fue beatificado por Juan Pablo II en Colombo y canonizado el 14 de enero de 2015, por el Papa Francisco en Galle Face Green, Colombo, Sri Lanka. Estas son las palabras del santo Padre, pronunciadas ayer:

San José Vaz nos da un ejemplo de celo misionero. A pesar de que llegó a Ceilán para ayudar y apoyar a la comunidad católica, en su caridad evangélica llegó a todos. Dejando atrás su hogar, su familia, la comodidad de su entorno familiar, respondió a la llamada a salir, a hablar de Cristo dondequiera que fuera. San José Vaz sabía cómo presentar la verdad y la belleza del Evangelio en un contexto multireligioso, con respeto, dedicación, perseverancia y humildad. Éste es también hoy el camino para los que siguen a Jesús. Estamos llamados a salir con el mismo celo, el mismo ardor, de san José Vaz, pero también con su sensibilidad, su respeto por los demás, su deseo de compartir con ellos esa palabra de gracia, que tiene el poder de edificarles. Estamos llamados a ser discípulos misioneros.

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