martes, 26 de noviembre de 2013

Por los que viven sin esperanza


Afortunado es el hombre que tiene tiempo para esperar, diría el gran dramaturgo Pedro Calderón de la Barca. Así nosotros en esta semana final del año litúrgico, a las puertas del adviento y la espera de la venida escatológica de Cristo recemos por todos aquellos que viven sumidos en la oscuridad de la desesperanza para que puedan encontrar en la resurrección de Cristo la luz que abra su espíritu a la vida nueva en Dios.

Cristo nos dice, Esta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día. (Jn 6, 37-40)



Pongamos nuestra esperanza en el Dios vivo. 1 Tm 4, 10

No hay comentarios:

Publicar un comentario