Hermanos carísimos:
apartarse de nuestro Dios es sucumbir,
convertirse a él es resucitar,
alejarse de él es, morir,
permanecer en él es vivir y mantenerse,
volver hacia él es renacer;
nadie lo busca sin ser aconsejado por la razón,
nadie lo encuentra si no tiene el corazón limpio,
nadie lo pierde si no es engañado por el error;
oremos suplicando con insistentes plegarias
que se haga presente, cuando se le busque,
y que no esté ausente cuando se le invoca,
sino que se deje sentir en nuestro espíritu
por la voluntad de su amor.
R/. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario