Ecce Homo - Juan de Juanes |
Cristo, en los días de su vida mortal,
a gritos y con lágrimas,
presentó oraciones y súplicas
al que podía salvarlo de la muerte,
cuando en su angustia fue escuchado.
Él, a pesar de ser Hijo,
aprendió, sufriendo, a obedecer.
Y, llevado a la consumación,
se ha convertido para todos los que le obedecen
en autor de salvación eterna.
Lectura de la carta a los Hebreos (5,7-9)
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