Se ha producido en Granada un lamentable delito, cometido presuntamente por varios sacerdotes, que habrían abusado de varios menores. La investigación ha sido impulsada, además, por una intervención directa del papa Francisco. Oremos al Señor pidiendo, en primer lugar, por las víctimas de tales abusos; y pidámosle que el Espíritu Santo ayude a todos los ministros sagrados a mantenerse en la ejemplaridad debida, pues todo pecado de este género ofende especialmente a los indefensos y daña enormemente la credibilidad de la entera Iglesia.
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