No pienses que escribo para mandar algo nuevo, sino sólo para recordaros el mandamiento que tenemos desde el principio, amarnos unos a otros. Y amar significa seguir los mandamientos de Dios.
Este fragmento de la Segunda Carta del Apóstol san Juan, que leemos hoy en la Eucaristía, nos invita a orar, los unos por los otros, para que el Señor nos afiance en el amor a él, como fuente y origen de la caridad, y en el amor a nuestros próximos, nuestros hermanos con los que convivimos, y con todos aquellos que necesiten de nuestra ayuda, de nuestra atención, de nuestro interés.
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
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