Ésta es la causa de la condenación:
que la luz vino al mundo,
y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz,
porque sus obras eran malas.
Este texto del Capítulo 3 del Evangelio según san Juan que hoy leemos en la liturgia nos invita a orar, los unos por los otros, para que el Señor resucitado, fuente de paz y de misericordia, perdone nuestros pecados, y nos ayude a regenerarnos en una vida nueva, en la que venzamos sobre el poder del mal mediante el poder del amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario