Ayer falleció en Zaragoza don José María Barceló. Que el Señor le acoja en su bondad y misericordia. Que el recuerdo de su bondad y su hidalguía perdure entre nosotros como un estímulo al bien y a la superación personal.
Oremos por su familia, en momentos tan tristes; para que el consuelo de la fe, que movió poderosamente la vida de don José María, les ayude a confiar en el amor redentor de nuestro Dios.
Dale, Señor, el descanso eterno.
Y brille para él la luz perpetua.
Descanse en paz.
Amén.
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