Escuchad lo que dice el Señor:
«Levántate y llama a juicio a los montes,
que escuchen los collados tu voz.»
Escuchad, montes, el juicio del Señor;
atended, cimientos de la tierra:
El Señor entabla juicio con su pueblo y pleitea con Israel:
«Pueblo mío, ¿qué te hice o en qué te molesté?
Respóndeme.
Te saqué de Egipto,
de la esclavitud te redimí,
y envié por delante a Moisés, Aarón y María.»
«¿Con qué me acercaré al Señor,
me inclinaré ante el Dios de las alturas?
¿Me acercaré con holocaustos,
con novillos de un año?
¿Se complacerá el Señor en un millar de carneros,
o en diez mil arroyos de grasa?
¿Le daré un primogénito para expiar mi culpa;
el fruto de mi vientre, para expiar mi pecado?»
«Te han explicado, hombre, el bien,
lo que Dios desea de ti:
simplemente, que respetes el derecho,
que ames la misericordia
y que andes humilde con tu Dios.»
Lectura de la profecía de Miqueas (6,1-4.6-8)
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