En la memoria de san Afraates el Sirio, cuya vida se desarrolló en un monasterio cercano a Mosul, pidamos al Señor por los cristianos perseguidos de esta región, en la que aún perduraba una vigorosa tradición cristiana. Para que el Señor otorgue la fortaleza en la confesión de la fe a nuestros hermanos, y premie con la gloria eterna a cuantos han muerto por la fidelidad a Cristo. Por intercesión de san Afraates: Señor, ten piedad.
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