sábado, 14 de enero de 2017

La palabra de Dios es viva y eficaz


La palabra de Dios es viva y eficaz,
más tajante que espada de doble filo,
penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu,
coyunturas y tuétanos.

Juzga los deseos e intenciones del corazón.
No hay criatura que escape a su mirada.
Todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.

Mantengamos la confesión de la fe,
ya que tenemos un sumo sacerdote grande,
que ha atravesado el cielo,
Jesús, Hijo de Dios.

No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades,
sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado.
Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia,
para alcanzar misericordia
y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.

Lectura de la carta a los Hebreos (4,12-16)

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