Mirad que llegan días
–oráculo del Señor–
en que cumpliré la promesa
que hice a la casa de Israel y a la casa de Judá.
En aquellos días y en aquella hora
suscitaré a David un vástago legítimo,
que hará justicia y derecho en la tierra.
En aquellos días se salvará Judá
y en Jerusalén vivirán tranquilos,
y la llamarán así: Señor-nuestra-Justicia.
Lectura del libro de Jeremías (33,14-16)
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