Marinus van Reymerswaele
La vocación de san Mateo
Museo de Bellas Artes de Gante
Nada en nosotros te espanta, Señor:
ni nuestra desmedida ambición,
ni el egoísmo de nuestro corazón,
ni nuestro idolátrico culto al dinero,
ni nuestro desenfrenado deseo de poder o de placer,
ni nuestra crueldad o brutalidad,
ni nuestra carencia de amor.
Nada en nosotros te espanta, Señor:
y lleno de ternura desciendes hasta nuestra miseria
e iluminas con tu bondad divina la oscuridad de nuestro pecado.
Ten compasión de nosotros, tus indignos siervos,
sana las dolencias de nuestra endeble voluntad,
y concédenos la libertad de los hijos de Dios.
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