Concédenos, Padre,
pensar siempre con rectitud
y obrar con diligencia;
y ya que no podemos existir sin ti,
danos la gracia de vivir según tu voluntad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
pensar siempre con rectitud
y obrar con diligencia;
y ya que no podemos existir sin ti,
danos la gracia de vivir según tu voluntad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
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