Lucas Cranach el Viejo - María Auxilio de los Cristianos |
El Papa Pío VII, que gobernó la Iglesia entre 1800 y 1823, fue el segundo Pontífice romano que daría una gran importancia a esta advocación mariana. Le correspondió los años de la consolidación del Imperio napoleónico. Firmó con Napoleón Bonaparte un Concordato que parecía garantizar la paz entre la Iglesia y Francia en 1801. En 1804 fue a París para la coronación del nuevo emperador, pero sólo pudo ungirlo porque Napoleón se impuso a sí mismo la Corona. Bien pronto las aspiraciones ambiciosas de Napoleón entrarían en contraste con la influencia de la Iglesia. En 1806 el Papa se negó a sumarse a la exigencia de Napoleón de bloquear a Inglaterra, lo que condujo a una invasión francesa de los Estados Pontificios y puso en prisión al Papa de 67 años de edad, primero en Savona y luego en Fontainebleau en 1809. En su cautiverio, situación ésta que le causó un gran sufrimiento y deterioró bastante su salud, el Papa prometió a la Virgen que si recuperaba su libertad y volvía a Roma, declararía ese día como solemne en honor de María Auxilio de los cristianos. Bien pronto la suerte de Napoleón cambió y Pío VII recuperó su libertad. Llegó a Roma el 24 de mayo de 1814 y cumplió su promesa. De este acontecimiento, viene la tradición de la Solemnidad de María Auxiliadora cada 24 de mayo.
Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien
líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita!
Amén.
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