Oremos al Señor por la Iglesia Católica en Alemania, fecundada con la sangre de san Bonifacio, para que se mantenga fiel a Cristo y se renueve en sus costumbres e instituciones. La Iglesia alemana vive momentos difíciles, en medio de una sociedad fuertemente secularizada. Pidamos al Señor que el ejemplo del santo, fiel hasta la muerte, fortalezca a la Iglesia alemana.
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