Oremos por la paz, la paz auténtica que nos da Cristo, no la efímera del mundo, siempre salpicada de conflictos, de egoísmos y de abusos. Oremos para que triunfe el amor sobre el odio allí donde la violencia amenaza en convertirse en único modo de resolver los conflictos; oremos para que triunfe la generosidad, allí donde el egoísmo y el amor al dinero se imponen sobre el amor; oremos por la libertad religiosa, allí donde la intolerancia busca imponer las propias convicciones religiosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario