Omnipotente y eterno Dios,
mira el rostro de tu Divino Hijo y por amor a Él,
ten piedad de tus sacerdotes.
Recuerda que no son sino débiles y frágiles criaturas,
mantén vivo en ellos el fuego de tu amor y guárdalos
para que el enemigo no prevalezca contra ellos
y en ningún momento se hagan indignos de su santa vocación.
Te ruego por tus sacerdotes fieles y fervorosos,
por los que trabajan cerca o en lejanas misiones
y por los que te han abandonado.
¡Oh Jesús! te ruego por tus sacerdotes jóvenes y ancianos,
por los que están enfermos o agonizantes
y por las almas de los que estén en el purgatorio.
¡Oh Jesús! te ruego por el sacerdote que me bautizó,
por los sacerdotes que perdonan mis pecados,
por aquellos a cuyas misas he asistido y asisto,
por los que me instruyeron y aconsejaron,
por todos para los que tengo algún motivo de gratitud.
¡Oh Jesús! guárdalos a todos en tu Corazón,
concédeles abundantes bendiciones en el tiempo y en la eternidad Amen.
Sagrado Corazón de Jesús, bendice a tus sacerdotes
Sagrado Corazón de Jesús, santifica a tus sacerdotes
Sagrado Corazón de Jesús, reina por tus sacerdotes.
María, madre de los sacerdotes, ruega por ellos.
Dadnos Señor vocaciones sacerdotales y religiosas.
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