sábado, 11 de julio de 2015

Oración a San Benito, Abad


Bienaventurado Padre San Benito, guía y Patriarca de los monjes, esperanza y consuelo de cuantos a ti se dirigen con sincero corazón; humildemente nos encomendamos a tu piadosa protección, para que, por tus méritos, nos defiendas de todo mal y te dignes alcanzarnos el don de la compunción y lágrimas, a fin de que sintamos arrepentimiento de nuestros pecados, con los que hemos ofendido al Señor.

Olivo frondoso, vid verdadera y feraz de los campos del Señor, copa de oro puro, ricamente enjoyada; Padre amabilísimo, elegido según el corazón de Dios y adornado de todos los carismas: te pedimos, rogamos y suplicamos, con todo el afecto de nuestro corazón, que te acuerdes ante Dios de todos nosotros, tus hijos, para que liberados de pecado, perseveremos en el bien y nunca más, por culpa de nuestro error, nos separemos del Señor, el cual, después de nuestra muerte, nos admita en pos de ti a compartir contigo y todos los santos monjes y monjas de nuestra Orden, de la visión bienaventurada y del gozo eterno.

Dios todopoderoso y eterno, te rogamos que, por los méritos y ejemplos de Nuestro Padre San Benito, de sus discípulos Mauro y Plácido, de su hermana Santa Escolástica y de todos los santos y santas que profesaron su santa Regla, te dignes renovar en nosotros los dones del Espíritu Santo, para que, bajo su impulso y gracia, luchemos esforzadamente por dominar nuestras pasiones y alejar de nosotros el espíritu del mal; y puesto que sin combate no se consigue el trofeo de la victoria, danos, Señor, paciencia en las adversidades, fortaleza en las  tentaciones, serenidad en los peligros. 

Danos pureza y castidad, el espíritu de pobreza, ánimo generoso para ser obedientes y un firme propósito para observar y cumplir la Regla; para que, fortalecidos con tu gracia y estrechamente unidos por la caridad fraterna, llevemos conjuntamente el yugo ligero del Señor y después de esta vida, merezcamos alcanzar la patria eterna y ocupar dignamente un puesto junto a los santos y fortísímos cenobitas. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. 

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