El santo Padre Francisco nos invita hoy a orar, a ayunar y a hacer buenas obras, con el fin de suplicar al Señor por la paz, especialmente en Siria, en Egipto, y en todos los lugares del mundo, en los que la guerra se cierne como una terrible amenaza para el ser humano.
Siria viene siendo desde hace ya muchos meses el escenario de un conflicto que está provocando decenas de miles de víctimas. Además, muchos hermanos nuestros cristianos, se ven víctimas de una persecución que se radicaliza día a día, amenazando la existencia de las más antiguas comunidades cristianas.
Uniéndonos al papa Francisco, oremos intensamente hoy por la paz, pues la guerra solo conduce a la muerte, mientras que el esfuerzo de la paz hace triunfar la vida que Dios nos ha dado como un precioso don. Pidamos que el Espíritu Santo mueva el corazón de los violento hacia la paz, que frene la ambición de los que persiguen su propio beneficio a través de la guerra, y que destruya la intransigencia de quienes pretenden imponer sus convicciones mediante la violencia.
Señor, te piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
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