lunes, 26 de diciembre de 2016

Por los cristianos perseguidos


Por todos los cristianos que, como san Esteban, han dado su vida en testimonio de la Verdad, Cristo nuestro Señor. Por cuantos sufren la persecución en Oriente Medio, el mismo lugar en el que nació el cristianismo. Por todas las familias cristianas que han tenido que abandonar sus hogares en Siria y en Irak a causa del fundamentalismo musulmán. Para que, a ejemplo de san Esteban, no falte el amor y el perdón en sus corazones hacia quienes injustamente los asesinan.

Mártir san Esteban
ruega por nosotros

domingo, 25 de diciembre de 2016

Prefacio 1 de Navidad


En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno:

Porque gracias al misterio de la Palabra hecha carne,
la luz de tu gloria brilló ante nuestros ojos con nuevo resplandor,
para que, conociendo a Dios visiblemente
lleguemos al amor de lo invisible.

Por eso con los ángeles y los arcángeles
y con todos los coros celestiales,
cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

sábado, 24 de diciembre de 2016

Por las familias


Oremos por todos los miembros de nuestras familias, que hoy se reunirán para celebrar el Misterio del Nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Oremos por todos los que se encontrarán solos en esta Noche Santa, por los ancianos que han perdido a sus seres queridos y recuerdan en la soledad la alegría de los tiempos pasados.

Oremos por las familias que, como José y María, han tenido que marchar lejos de su tierra, a causa de la violencia, la guerra o la pobreza. Por aquellos que carecerán esta Noche Santa de techo o de alimento.

Kyrie eleison
Christe eleison
Kyrie eleison

viernes, 23 de diciembre de 2016

Tomás Luis de Victoria. Alma Redemptoris Mater

Oramos con Tomás Luis de Victoria la oración a María Santísima en este tiempo de Adviento, Alma Redemptoris Mater. Alma Redemptoris Mater quæ pervia cæli porta manes et stella maris, succurre cadenti surgere qui curat populo. Tu quæ genuisti natura mirante, tuum sanctum Genitorem, Virgo prius ac posterius, Gabrielis ab ore sumens illud Ave,  peccatorum miserere.

Salve, Madre soberana del Redentor, que eres puerta del cielo siempre abierta y la estrella del mar; socorre al pueblo que sucumbe y lucha por levantarse. Tú que para asombro de la naturaleza has  engendrado al Santo Creador, siendo virgen antes y después, que recibiste aquel saludo de la boca de Gabriel, apiádate de los pecadores.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Magnificat


Proclama mi alma la grandeza del Señor,
y se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador;
porque ha puesto sus ojos en la humildad de su esclava,
y por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:
su nombre es Santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hizo proezas con su brazo:
dispersó a los soberbios de corazón,
derribó del trono a los poderosos
y enalteció a los humildes,
a los hambrientos los colmó de bienes
y a los ricos los despidió vacíos.
Auxilió a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham
y su descendencia por siempre.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Prefacio 4 de Adviento


En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
alabarte, bendecirte y glorificarte
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por el misterio de la Virgen Madre.

Del antiguo adversario nos vino la ruina,
pero en el seno virginal de la hija de Sión recibió la vida
aquél que nos nutre con el pan de los ángeles,
y surgieron para todo el género humano
la salvación y la paz.

La gracia que perdimos por Eva nos fue devuelta en María;
su maternidad redimida del pecado y de la muerte,
se abre al don de una vida nueva.
para que, donde abundó el pecado sobreabundara tu misericordia
por Cristo, nuestro Salvador.

Por eso nosotros, mientras esperamos la venida de Cristo,
unidos a los ángeles y a los santos,
cantamos el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

martes, 20 de diciembre de 2016

Por las víctimas de la violencia y del terrorismo


Oremos por cuantos están sufriendo durante estos días de Navidad los efectos de la guerra en Alepo y en los demás campos de batalla de Siria. Oremos también por las víctimas del atentado terrorista de Berlín.

Y oremos por los que utilizan el terror como instrumento político o religioso. Para que el Dios verdadero ilumine sus conciencias, y abandonen tan execrable instrumento de violencia y pecado.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Por la difunta Isabel


Pido humildemente oraciones Isabel, que falleció ayer a los 52 años de edad, dejando dos hijos y a su apenado esposo Joaquín.

Dale, Señor, el descanso eterno
Y brille para ella la luz perpetua.
Descanse en paz. Amén.
Que el alma de nuestra hermana Isabel,
y la de todos los fieles difuntos,
por la misericordia de Dios,
descansen en paz. Amén.

domingo, 18 de diciembre de 2016

Illatio. Misa mozárabe de la Navidad


A Ti, Señor Cristo Jesús, a Ti,
Dios que salvas en plenitud a los hombres
y Hombre singularmente poderoso en Dios,
te invocamos, alabamos y rogamos
que te hagas presente, nos perdones, compadezcas y absuelvas;
que suscites en nuestros labios
palabras que escuches,
y concedas a nuestra actividad realizaciones que bendigas.

No pedimos que se repita entre nosotros tu nacimiento corporal
tal como aconteció antiguamente en este día;
sino pedimos que se entrañe en nosotros tu invisible Divinidad.

Que lo que entonces fue concedido según la carne,
aunque individualmente, a María,
se conceda ahora espiritualmente a la Iglesia:
que una fe íntegra te conciba, te alumbre el espíritu libre de corrupción
y te lleve dentro el alma fecundada por la fuerza del Altísimo.

No te alejes de nosotros, sino procede de nosotros.
Sé realmente nuestro "Emmanuel", Dios-con-nosotros.
Dígnate permanecer y luchar por nosotros,
pues combatiendo Tú venceremos nosotros.

Líbranos, te rogamos, de los inmundos harapos del pecado
Tú, que a causa de esos pecados nuestros,
toleraste ser fajado con la suciedad de los pañales.
Que tu leche nutra a los pequeñuelos de tu Iglesia.
Que el delicado manjar de niños alimente de tal modo a los débiles
que las fuerzas se hagan más y más vigorosas día a día
para saborear un alimento más fuerte y sólido.

Y de tal modo sepamos mantener
la voluntad pura y la fe firmísima,
que siempre nos esforcemos por alcanzar, con tu auxilio,
la vida perfecta.

sábado, 17 de diciembre de 2016

Prefacio 2 de Adviento


En verdad es justo darte gracias,
es nuestro deber cantar en tu honor
himnos de bendición y de alabanza,
Padre todopoderoso,
principio y fin de todo lo creado.

Tú has querido ocultarnos el día y la hora en que Cristo, tu Hijo,
Señor y Juez de la Historia,
aparecerá sobre las nubes del cielo revestido de poder y de gloria.
En aquel día, tremendo y glorioso al mismo tiempo,
pasará la figura de este mundo
y nacerán los cielos nuevos y la tierra nueva.

El Señor se manifestará entonces lleno de gloria,
el mismo que viene ahora a nuestro encuentro
en cada hombre y en cada acontecimiento,
para que lo recibamos en la fe
y para que demos testimonio por el amor,
de la espera dichosa de su reino.

Por eso, mientras aguardamos su última venida,
unidos a los ángeles y a los santos,
cantamos el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

lunes, 12 de diciembre de 2016

San Juan Pablo II. Canonización de san Juan Diego


3. ¿Cómo era Juan Diego? ¿Por qué Dios se fijó en él? El libro del Eclesiástico, como hemos escuchado, nos enseña que sólo Dios "es poderoso y sólo los humildes le dan gloria" (3,20). También las palabras de San Pablo proclamadas en esta celebración iluminan este modo divino de actuar la salvación: "Dios ha elegido a los insignificantes y despreciados del mundo; de manera que nadie pueda presumir delante de Dios "(1Co 1,28.29).

Es conmovedor leer los relatos guadalupanos, escritos con delicadeza y empapados de ternura. En ellos la Virgen María, la esclava "que glorifica al Señor" (Lc 1,46), se manifiesta a Juan Diego como la Madre del verdadero Dios. Ella le regala, como señal, unas rosas preciosas y él, al mostrarlas al Obispo, descubre grabada en su tilma la bendita imagen de Nuestra Señora.

"El Acontecimiento Guadalupano -como ha señalado el Episcopado Mexicano- significó el comienzo de la evangelización con una vitalidad que rebasó toda expectativa. El mensaje de Cristo a través de su Madre tomó los elementos centrales de la cultura indígena, los purificó y les dio el definitivo sentido de salvación" (14.05.2002, n. 8). Así pues, Guadalupe y Juan Diego tienen un hondo sentido eclesial y misionero y son un modelo de evangelización perfectamente inculturada.

4. "Desde el cielo el Señor, atentamente, mira a todos los hombres" (Sal 32, 13), hemos recitado con el salmista, confesando una vez más nuestra fe en Dios, que no repara en distinciones de raza o de cultura. Juan Diego, al acoger el mensaje cristiano sin renunciar a su identidad indígena, descubrió la profunda verdad de la nueva humanidad, en la que todos están llamados a ser hijos de Dios en Cristo. Así facilitó el encuentro fecundo de dos mundos y se convirtió en protagonista de la nueva identidad mexicana, íntimamente unida a la Virgen de Guadalupe, cuyo rostro mestizo expresa su maternidad espiritual que abraza a todos los mexicanos. Por ello, el testimonio de su vida debe seguir impulsando la construcción de la nación mexicana, promover la fraternidad entre todos sus hijos y favorecer cada vez más la reconciliación de México con sus orígenes, sus valores y tradiciones.

Esta noble tarea de edificar un México mejor, más justo y solidario, requiere la colaboración de todos. En particular es necesario apoyar hoy a los indígenas en sus legítimas aspiraciones, respetando y defendiendo los auténticos valores de cada grupo étnico. ¡México necesita a sus indígenas y los indígenas necesitan a México!

Amados hermanos y hermanas de todas las etnias de México y América, al ensalzar hoy la figura del indio Juan Diego, deseo expresarles la cercanía de la Iglesia y del Papa hacia todos ustedes, abrazándolos con amor y animándolos a superar con esperanza las difíciles situaciones que atraviesan.

5. En este momento decisivo de la historia de México, cruzado ya el umbral del nuevo milenio, encomiendo a la valiosa intercesión de San Juan Diego los gozos y esperanzas, los temores y angustias del querido pueblo mexicano, que llevo tan adentro de mi corazón.

¡Bendito Juan Diego, indio bueno y cristiano, a quien el pueblo sencillo ha tenido siempre por varón santo! Te pedimos que acompañes a la Iglesia que peregrina en México, para que cada día sea más evangelizadora y misionera. Alienta a los Obispos, sostén a los sacerdotes, suscita nuevas y santas vocaciones, ayuda a todos los que entregan su vida a la causa de Cristo y a la tensión de su Reino.

¡Dichoso Juan Diego, hombre fiel y verdadero! Te encomendamos a nuestros hermanos y hermanas laicos, para que, sintiéndose llamados a la santidad, impregnen todos los ámbitos de la vida social con el espíritu evangélico. Bendice a las familias, fortalece a los esposos en su matrimonio, apoya los desvelos de los padres por educar cristianamente a sus hijos. Mira propicio el dolor de los que sufren en su cuerpo o en su espíritu, de cuantos padecen pobreza, soledad, marginación o ignorancia. Que todos, gobernantes y súbditos, actúen siempre según las exigencias de la justicia y el respeto de la dignidad de cada hombre, para que así se consolide la paz.

¡Amado Juan Diego, "el águila que habla"! Enséñanos el camino que lleva a la Virgen Morena del Tepeyac, para que Ella nos reciba en lo íntimo de su corazón, pues Ella es la Madre amorosa y compasiva que nos guía hasta el verdadero Dios. Amén. 

Homilía de Su Santidad Juan Pablo II para la Canonización de Juan Diego Cuauhtlatoatzin
Basílica N. S. de Guadalupe, 31 de julio de 2002

viernes, 9 de diciembre de 2016

Lectio Divina. Sería tu paz como un río


Así dice el Señor, tu redentor, el Santo de Israel:
«Yo, el Señor, tu Dios, te enseño para tu bien,
te guío por el camino que sigues.
Si hubieras atendido a mis mandatos,
sería tu paz como un río,
tu justicia como las olas del mar;
tu progenie sería como arena,
como sus granos, los vástagos de tus entrañas;
tu nombre no sería aniquilado ni destruido ante mí.»

Lectura del libro de Isaías (48,17-19)

jueves, 8 de diciembre de 2016

Prefacio de la Inmaculada Concepción


En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.

Porque preservaste a la Virgen María
de toda pecado original
para que, enriquecida con la plenitud det u gracia,
fuese digna Madre de tu Hijo,
imagen y comienzo de la Iglesia,
que es la esposa de Cristo,
llena de juventud y de limpia hermosura.

Purísima tenía que ser, Señor,
la Virgen que nos diera
al Cordero inocente que quita el pecado del mundo.
Purísima la que, entre todos los hombres,
es abogada de gracia y ejemplo de santidad.

Por eso, unidos a los ángeles,
te aclamamos llenos de alegría:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.